Si traspasamos este ejemplo (muy básico por lo demás) al comercio de las prendas de vestir, el juego es mas o menos el mismo. Cada marca busca a su público mediante la selección de tallas y, por lo tanto, NO EXISTE una escala o estandarización horizontal entre marca y marca lo que hace que en cierta tienda comercial seamos tallas regulares y nos sintamos mujeres «normales» mientras que en otras solo de ver la forma de la ropa nos da vergüenza y salimos corriendo.

Esto ocurre, y explicándolo de forma más técnica, a que cada empresa textil maneja las tallas a su conveniencia y criterio comercial (claro), definiendo las medidas que tendrá cada una de ellas y logrando establecer criterios del tipo «la talla S es de calce pequeño y mi marca también lo es». O en el caso contrario, otra marca se enfoca en la misma talla s pero de calce amplio. Con ello, las empresas de este rubro seleccionan de forma inmediata el público al cual quieren dirigirse, haciendo también una separación social que es una tremenda mentira que se ha formado por años y en donde se entiende que «la mujer más delgada compra ropa más exclusiva».

Qué pensamiento más absurdo del comercio textil, ¿no creen?